En días recientes se elevó una consulta al Procurador para conocer si podría llenarse dicho vacío legal, en caso de producirse, con un simple reglamento. La solución parche nunca falta cuando nos referimos a la política ecuatoriana, lamentablemente.

Eran casi inevitables las discrepancias en torno a este tema, puesto que siempre los grandes partidos desean aprovechar su condición para obtener el mayor porcentaje de escaños, mientras que los partidos minoritarios tienden a defenderse y a evitar una excesiva concentración de puestos en pocos partidos.

Si eso fuera todo, la disputa sería comprensible. Lo malo es que existan ciertas posiciones que pretenden imponer su conveniencia en términos extremos, y que olvidan que la democracia se basa en un permanente y sano equilibrio entre el poder de las mayorías y la representación de las minorías.

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¿Podemos esperar un poco de cordura y que finalmente alguien ceda? ¿Podemos, además, esperar que eso no dependa del reparto de cargos o prebendas?