Los pescadores y operadores turísticos fundamentan sus reclamos con verdades, por eso es necesario sentarse a dialogar, señala el biólogo Manuel Bravo, ex coordinador de la Junta de Manejo Participativo de Galápagos.

“Hay verdades. Algunos operadores  de buceo y bahía han operado desde antes de la vigencia de la Ley de Galápagos (1998) y deben tener una consideración especial, no quienes han ingresado últimamente”, dice.

Bravo agrega que los pescadores también tienen verdades. “Si hoy ya se cubre el tour de bahía y buceo, va a ser difícil que puedan acceder ellos”.

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Refiere que en el campo legal, estas actividades no están legalizadas. “Es un panorama complicado, no sé qué tanta validez puede tener el acta o el permiso de tráfico. Unos dicen que es un derecho adquirido; otros, que no se puede laborar sin patentes”, menciona.

Recomienda una salida negociada. “Que se sienten pescadores, PNG y operadores turísticos, consideren sus derechos y se halle una salida negociada”.

El turista estadounidense Joe Brady refiere que el buceo no afecta al ecosistema de las islas. “En otras partes se toma el coral. Acá se cuida mucho”, explica.