La fiscal general Mariana Yépez pidió ayer el procesamiento de Germánico Molina, ex embajador ecuatoriano en Argentina, por un presunto delito de ayuda a la evasión en el caso de la violación del arresto domiciliario del represor de la dictadura argentina Carlos Suárez Mason.

Molina,  ex capitán de la Policía ecuatoriana, fue destituido el 3 de febrero pasado como embajador, tras denunciarse días antes que  ayudó a Suárez Mason, de 80 años, a salir de su residencia en el auto oficial de la embajada para festejar su cumpleaños.

Una fuente de la Fiscalía confirmó ayer que una vez cerrada la investigación, que comenzó en febrero pasado, Yépez acusó a Molina y pasó el caso a la Corte Suprema de Justicia, que tras notificar a las partes convocará  una audiencia preliminar en la que se decidirá si procede iniciar el juicio.

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Según las leyes ecuatorianas vigentes, la pena para el delito de evasión puede ser de entre quince días a un año de prisión.