La inexistencia de esta licenciatura en el país, porque las  universidades locales la incluyen como una materia del pensum de Ingeniería Mecánica, nos lleva a ver su importancia, mas cuando aquí son faenas encomendada a  personal empírico.   

La falta de mano de obra calificada para realizar las duras faenas que solo la operación de una máquina puede garantizar, por ejemplo  en una aplicación estable y uniforme o una preparación de la tierra adecuada, ha inspirado la apertura de la licenciatura de Mecanización Agrícola en  países vecinos, ni qué decir en los desarrollados que forman técnicos del más alto nivel de competencia profesional para promover el desarrollo del país.

Y en toda actividad agrícola mecanizada es fundamental el conocimiento del tractor agrícola y la preparación de los suelos. La siembra es la primera labor y a la vez decisiva en el éxito de la campaña. Esto quiere decir que para preparar un suelo se necesita conocer la herramienta y la labor, para planificar esta de modo que afecte positivamente al recurso y signifique una baja inversión de tiempo y de dinero.

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La  Dirección Nacional de Universidades Privadas y Provinciales de Argentina junto con  el Ministerio de Cultura y Educación facultó, por medio de una ley en  1978, para que las universidades otorguen el título de licenciado en Mecanización Agrícola,  con el fin de que exista personal capacitado  en el uso  integral de aperos mecánicos empleados en las labores de obtención de diferentes cultivos y ulterior procesamiento de las cosechas. Es de su competencia el planeamiento de la maquinaria requerida y adecuada para impedir un uso indiscriminado de implementos de tracción mecánica, sobre todo en topografía frágil de laderas.

Según el último Censo Agropecuario, la superficie dedicada en Ecuador a la producción agropecuaria suma 12’654.242 has, de esta el 24% la ocupan cultivos permanentes, transitorios, barbecho y descanso; el 40%, pasto y páramos, y el 36% corresponde a bosques y otros usos. Los cultivos más extensos son: arroz, maíz, papa y soya, cerca de la mitad de los productores solo siembra los dos primeros.

Cada zona agropecuaria tiene una aptitud de mecanización específica, determinada por la estabilidad de las máquinas y por las condiciones socioeconómicas predominantes. Así, para pendientes entre 0 y 12% se puede usar satisfactoriamente el tractor, entre 12 y 70%, animales de tiro, y por encima de 70% solo puede trabajar eficientemente el hombre, aunque estas pendientes no son aptas para la agricultura.