¿Dónde radica el secreto del éxito de un evento así? ¿Por qué el Interbarrial ha podido calar tan hondo, hasta convertirse en una de las tradiciones deportivas guayaquileñas de mayor arraigo?

Uno de sus componentes fundamentales, sin duda, es la oportunidad que brinda a padres e hijos de compartir momentos de camaradería, de celebrar la alegría del triunfo o de reflexionar sobre las lecciones de la derrota.

Varias veces se ha dicho, asimismo, que el Interbarrial es un semillero del cual han salido excelentes jugadores.

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Pero el Interbarrial es mucho más que eso. No se trata solo de diversión y deporte, aunque por supuesto eso cuenta, y mucho. Lo más valioso –nos atrevemos a decirlo– quizás sea la oportunidad que le da a miles de jóvenes para comprobar en la práctica que ningún objetivo es inalcanzable si se cuenta con algunas herramientas indispensables: disciplina, organización, colaboración y esfuerzo.

Si en otros campos del quehacer ciudadano no obtenemos a veces los resultados que quisiéramos, se debe en parte a que solemos descuidar esas cuatro fortalezas, y por eso es bueno que haya una oportunidad como el Interbarrial para que nuestros niños vean de cerca que esas virtudes rinden fruto.