El director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil califica de ilegal el reciente juego.

Una de las principales preocupaciones del director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Lautaro Aspiazu Wright, ante la venta de la nueva lotería que aprobó recientemente la Prefectura de Manabí, es el riesgo  que corren los hospitales y demás centros asistenciales que dependen de la institución a su cargo, de disminuir sus ingresos.

Agregó que la Junta de Beneficencia paga los sueldos a 5.600 empleados que trabajan en las diferentes instituciones que regenta.

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Aspiazu comentó que la Prefectura Provincial de Manabí ha creado la lotería –que calificó de ilegal– junto a un grupo de accionistas colombianos, de quienes se desconoce sus intenciones.

El funcionario de la Junta argumenta que el juego manabita va en contra de una ley de 1937, en el gobierno del presidente José María Velasco Ibarra, donde se faculta a la Junta de Beneficencia de Guayaquil como la única autorizada para realizar este tipo de loterías y sorteos.

Por ello, explicó que solo el Congreso Nacional y el Presidente de la República poseen la autoridad correspondiente para autorizar la creación de sorteos y loterías y no las prefecturas u otros organismos.

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Aspiazu manifestó que para crear una lotería se necesita presentar un proyecto de ley en el  Congreso Nacional y esperar a su aprobación, procedimiento que no se ha cumplido en el caso de la lotería de Manabí.

Otra lotería
Antes del juego que circula en Manabí se creó en Quito otro sorteo, autorizado por la Prefectura de Pichincha, el cual, según manifestó Aspiazu, también se está comercializando de forma ilegal.

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“No hemos sentido que esta lotería (la de Pichincha) nos dé competencia, pero no permitiremos que se viole la ley”, aseguró el Director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.