El mundo de la conservación empezó a tomar conciencia del valor de esta región biogeográfica después de los estudios realizados en Ecuador por el científico estadounidense Callaway Dodson, quien estudió plantas, animales y los bosques tropicales en las áreas de Santo Domingo de los Colorados y Esmeraldas, entre 1991 y 1992, manifestó Luis Suárez, director de la organización Conservación Internacional.

Añadió que a fines de la década del 90 las organizaciones ambientalistas ya tenían un concepto claro de lo que había que hacer para conservar esos ecosistemas. Para desarrollar el proyecto ahora cuentan con el apoyo de los gobiernos de Japón, Fundación Mac Arthur, Conservación Internacional, Banco Mundial y el Fondo Internacional Ambiental.

El proyecto buscará promover una alianza entre los actores de esas zonas, empezando con los municipios, el sector turístico y las comunidades para conservar la biodiversidad del corredor sin que los pueblos tengan que renunciar al desarrollo.