La guerrilla de las FARC y delincuentes comunes  impiden que técnicos colombianos monitoreen la actividad sísmica de los  volcanes del suroeste del país, denunciaron este viernes funcionarios  oficiales.
 
Adriana Agudelo, directora del estatal Instituto Geológico Minero  (Ingeominas) en el departamento de Cauca (suroeste), precisó que desde 2001 ha  sido imposible hacer mantenimiento a la red sísmica del volcán nevado del Huila  porque las FARC lo impiden.
 
"Hacemos los contactos con el cabildo indígena asentado allí para viajar  por la zona, pero no hemos podido entrar", precisó Agudelo.
 
"El acceso al volcán se encuentra en la población de Tacueyó y una comisión  de 10 personas demora nueve días para acceder a las estaciones, porque el  terreno no permite el tránsito de caballos ni mulas", agregó la funcionaria.
 
Funcionarios en la región dijeron que cada vez que la comisión de  Ingeominas parte para el lugar, guerrilleros de las Fuerzas Armadas  Revolucionarias de Colombia (FARC) "impiden el acceso, asegurando que la  situación de orden público no es la mejor".
 
Según Agudelo, el caso de este volcán es delicado por tener un casquete  glaciar de 13 kilómetros cuadrados. "Al aumentar su actividad podría generar  una avalancha canalizada por el río Paez con una cuenca muy habitada", explicó.
 
"Las estaciones son para nosotros lo que un estetoscopio para el médico,  sólo trasmiten los latidos del volcán", indicó la funcionaria tras aclarar que  la estación sísmica no reproduce imágenes ni voces, y no es un instrumento que  sirva para hacer inteligencia militar.
 
Mientras tanto, el Observatorio Vulcanológico de Manizales (280 km al  suroeste de Bogotá) construyó un búnker de hierro y hormigón, a 4.000 metros  sobre el nivel del mar, cerca al cráter Arenas del nevado del Ruiz, como única  alternativa para que los ladrones no siguieran robándose las estaciones  sísmicas, luego de que en 1999 una estación allí ubicada fuera desmantelada en  cuatro ocasiones.
 
Sin embargo, los delincuentes continúan llevándose los paneles solares que  se ubican fuera del búnker.
 
Ingeominas indicó que esa misma estrategia deberá utilizarse para proteger  la estación sísmica Chagartón, en el volcán Puracé, también en Cauca (650 al  suroeste de Bogotá), instalada a 4.400 metros sobre el nivel del mar.
 
La estación fue robada por primera vez en 1999, luego en el 2000 y 2001, y  por última vez hace 15 días pese a que estaba protegida dentro de una caseta de  ladrillo, con puerta y candado.
 
La Chagartón está ubicada en el flanco suroccidental del Puracé y hace  parte de una red de otras cuatro estaciones que registran y trasmiten la vida   de uno de los volcanes más activos en Colombia en el siglo pasado.
 
El equipo de cada estación cuesta 15 millones de pesos y está conformado  por un VCO (oscilador), un sensor, un panel solar y baterías.
 
Ingeominas denunció también que desde 1996 no hay red sísmica en el Sotará  (Cauca), por lo que se desconoce la actividad de este volcán inactivo desde  hace un par de siglos.