El general estadounidense George Casey,  designado al frente de la fuerza multinacional en Iraq, afirmó ayer en el Congreso, que las tropas estadounidenses mantendrán inmunidad contra acciones de la justicia iraquí tras la transferencia de soberanía el próximo miércoles.

“Hemos logrado un acuerdo de principio que da a las tropas la misma protección tras el 30 de junio” contra los procedimientos judiciales locales,  declaró ante la comisión de las Fuerzas Armadas del Senado, donde habló en el  marco de su confirmación en el cargo, en reemplazo del general Ricardo Sánchez.

Casey también dijo haberse “sorprendido por la intensidad tan grande de la  insurrección” en Iraq que “recibe apoyos del exterior”.

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Pero agregó luego que “los extremistas extranjeros representan una proporción relativamente modesta” de los insurgentes.