El presidente de EE.UU., George W. Bush, y  su adversario demócrata, John Kerry, dedican más dinero, tiempo y anuncios televisivos para ganar el voto hispano, la mayor minoría del país, en Florida, y los estados del suroeste.  Los hispanos tendrán un papel determinante en los próximos comicios, con una participación récord de siete millones de votantes, un millón más que hace cuatro años, según una  reciente encuesta.