El Senado estadounidense aprobó ayer exigir al presidente de EE.UU., George W. Bush, que informe al Congreso, dominado por los republicanos, sobre sus esfuerzos para estabilizar a Iraq.

Sin embargo, el Mandatario no tendrá que calcular cuántos soldados estadounidenses permanecerán en ese país.

Los senadores rechazaron que Bush calcule la permanencia de soldados, así como otras medidas que buscan disminuir la edad de retiro de los reservistas y la Guardia Nacional, de 60 a 55 años.

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Esos temas fueron contemplados en las cláusulas de un amplio plan de gastos de defensa para el próximo año fiscal.

El Congreso aprobó el martes pasado un presupuesto de gasto de defensa calculado en $  417.000 millones, que contempla una partida inicial de 25.000 millones para operaciones en Iraq y Afganistán, además de otros miles de millones de dólares para grandes sistemas de armamento.