Unas 1.500 personas protagonizaron este jueves una marcha pacífica para exigir al gobierno la continuidad del programa denominado Nuestro niños, que beneficia a más de 100.000 infantes en todo el país. 
 
Los manifestantes que llegaron hasta el Ministerio de Bienestar Social al norte de la capital, llevaban una extensa pancarta en la que estaban estampadas las huellas en colores de las manos de algunos de los pequeños que se quedarían sin la ayuda estatal. 
 
El programa no solo ayuda a los niños menores de cinco años, sino también a sus madres, que están agrupadas en 103 organizaciones que preparan los alimentos para los infantes en todas las provincias del país. 
 
El ministro de Bienestar Social, Antonio Vargas, aún no se ha pronunciado acerca de la posible cancelación en julio de ese programa. 
 
René Gobeño, Esthela Aguilar y Diana Arévalo, pertenecientes a los equipos técnicos de Manabí, Zaruma y Azuay, se pronunciaron en la marcha porque el Ministerio de Bienestar cree una entidad, que sea el Fondo de Desarrollo Infantil, para agrupar a las diversas organizaciones que deben mantenerse con recursos del Estado.

Aguilar mencionó que es importante mantener la atención para los infantes porque "los niños tienen un cambio rotundo en sus ámbitos sociales cuando reciben educación a través del aprendizaje de estimulación temprana".

Arévalo dijo que "hay dinero para elevar dinero al Presidente y para pagar deuda externa, pero no para favorecer a estos menores, por lo que pedimos atención".

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La marcha prosiguió hacia al Congreso con la finalidad de buscar el diálogo con el presidente de ese organismo unicameral, Guillermo Landázuri, y con los diputados.