La mayoría de las fibras pesqueras del puerto artesanal de Esmeraldas no salió ayer a trabajar, porque sus propietarios buscaban reunirse para analizar la vinculación que la Policía estableció entre los sicarios detenidos y tres armadores pesqueros.

Según dijo Ovidio Quiñónez, presidente de la Unión Provincial de Cooperativas Pesqueras de Esmeraldas (Uprocopes), la quiebra del sector pesquero “es cuestión de tiempo porque se ha desprestigiado a la industria pesquera de Esmeraldas en todo el país al vinculársela con los sicarios”.

Sin embargo, aceptó que desde la aparición del Grupo de Limpieza, hace seis meses, no han sufrido ataques piratas.

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“Los comerciantes grandes ya no van a venir a comprar pescado y los que tienen instalaciones las están vendiendo por temor a la venganza de los piratas”, advirtió.