Las oficinas en pleno centro de Buenos Aires de la modelo argentina Valeria Mazza fueron asaltadas hoy por dos delincuentes, quienes tomaron a seis rehenes y terminaron por entregarse a la policía cuando se dieron cuenta de que no tenían escapatoria.
 
Los dos malhechores, uno de ellos con antecedentes penales y cuyas identidades no fueron divulgadas por la policía, irrumpieron armados en el último piso del edificio de la calle Piedras 172, próximo a la tradicional Avenida de Mayo y a unos 700 metros de la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino.
 
Lo que no previeron los delincuentes, armados con dos revólveres, es que en las oficinas de la afamada modelo no había dinero y que desde un departamento vecino se avisó la policía, que montó un amplia operación con comandos y tiradores especiales.
 
El comisario Daniel Rodríguez, de la oficina de prensa de la Policía Federal, indicó a periodistas que "una vez cercada" la zona se inició un "proceso de negociación" con los delincuentes para que liberaran a los rehenes (cuatro hombres y dos mujeres), que concluyó tres horas después cuando se entregaron.
 
"Evidentemente se equivocaron", respondió cuando se le preguntó si en las oficinas de la modelo había dinero.
 
El empresario Alejandro Gravier, esposo de Valeria Mazza, informó por su parte de que uno de sus hermanos estaba entre los seis rehenes y que uno de ellos, una mujer de unos 50 años, sufrió "un fuerte shock nervioso por los difíciles momentos vividos", por lo cual fue ingresada en un hospital público.