Hay ayuda en camino para quienes gustan del aroma y sabor del café, pero no pueden tomarlo debido a la cafeína.
 
Científicos brasileños han descubierto una planta natural de café descafeinado que no mantendrá a los consumidores despiertos toda la noche.
 
"Hemos hallado la primera Coffea arabica descafeinada", dijo Paulo Mazzafera, de la Universidad Estatal de Campinas, en Brasil, durante  una entrevista.
 
El café descafeinado representa alrededor del 10 por ciento del consumo mundial. Sin embargo, en el proceso de eliminación de la cafeína se pierden sabores clave del popular brebaje.
 
La planta Coffea arabica es la variante de café de mayor consumo y cultivo, y representa el 70 por ciento de la producción mundial de café.
 
Científicos han tratado de combinar la variedad arábica con especies silvestres de plantas sin cafeína procedentes de Madagascar, pero el resultado ha sido una bebida de calidad inferior, según Mazzafera, quien reportó su estudio en la edición del miércoles de la revista Nature.
 
La planta arábica descafeinada, oriunda de Etiopía, no se ha cultivado con fines comerciales, por lo que tanto Mazzafera como sus colegas no saben cuán productiva puede ser.
 
Sin embargo, tienen planes de probar su productividad y desarrollar una cosecha. También tratarán de transferir su bajo contenido de cafeína cruzándola con variedades arábicas que ya se sabe son muy productivas.
 
"Creemos que si usamos una forma convencional de cultivo, se podrá transferir esta característica", dijo.
 
Las concentraciones de cafeína dependen del tipo de café y de la forma en que se obtiene la bebida. El café robusto contiene alrededor del doble de cafeína que la variedad arábica.
 
Científicos japoneses anunciaron el año pasado que habían producido plantas de café genéticamente modificadas con menor cantidad de cafeína que las plantas normales, pero Mazzafera dijo que no pertenecen a la variedad arábica.
 
Si la arábica descafeinada resulta productiva desde el punto de vista comercial, el café descafeinado de forma natural podría estar en el mercado en cinco o seis años. De lo contrario, un injerto podría demorar hasta 15 años.