La “pregunta virtual” del Día del Padre que ‘Fucsia TV’ propuso el viernes pasado a su auditorio femenino planteaba la siguiente clasificación de marido: a) Papi; b) Papacito; c) Papazote. Ignoro a cuál de estas categorías pertenecen los padres que la televisión presentó como modelos ejemplares la noche del domingo, más o menos entre las siete y las ocho de la noche, a la hora en que los progenitores, habiendo recibido el justísimo homenaje que el núcleo familiar les tributara con ocasión de su día clásico, se tendían a descansar frente a la TV, en el sillón que simboliza sus privilegios de proveedor, acaso recibiendo de su cónyuge el reparador masaje de pies que aconsejó ‘Fucsia TV’ para ocasiones similares.

Los modelos que presentó la TV en ese instante, decía, son de difícil catalogación. En Ecuavisa, los jóvenes Ehlers habían preparado un homenaje que papá Ehlers no se esperaba: un video con imágenes de archivo del programa, en las que se veía al agasajado en sus viajes por el mundo, mientras los vástagos recitaban un sentido discurso. Era difícil darse cuenta dónde terminaba el tributo de amor filial y dónde comenzaba el guión publicitario, pues en las palabras que los jóvenes Ehlers pronunciaban con voces emotivas, parecían confundirse la paternidad con la dirección del programa; el programa, con el concepto de familia; y el público ecuatoriano, con los hijos dignificados por los sueños y la generosidad de Freddy, el padre.

Aquellas personas que, cansadas de tan panfletaria manifestación de ehlerscentrismo, se aventuraran entonces por otros canales en espera de otros padres, posiblemente se toparon, en Telerama, con la figura patriarcal de León Febres-Cordero, en una entrevista titulada ‘Más allá de la política’. Como si alguna aparición televisiva del líder socialcristiano pudiera librarse del sesgo político, por más que Vanessa Graf se esfuerce por hablar de sus ternuras como abuelo.

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¿Papis? ¿Papacitos? ¿Papazotes? Pregunte en ‘Fucsia TV’.