Los familiares de tres de las víctimas del autodenominado Grupo de Limpieza se acercaron ayer hasta el Comando de la Policía de Esmeraldas para presentar las denuncias por las muertes de sus parientes.

Pablo Ortiz, familiar de José Rengifo Mosquera, de 45 años, quien fue asesinado el pasado 5 de abril en el puerto pesquero, dijo que no había presentado la denuncia por temor a los sicarios. “Ahora denuncio porque ya están presos”, afirmó.

Dos subametralladoras, dos revólveres calibre 38, una granada de mano, 180 proyectiles (calibres 9 milímetros, 16, 32 y 38), teléfonos celulares, puñales, relojes y pesos colombianos, son parte de las evidencias halladas por la Policía en poder de los diez sujetos acusados de formar parte del autodenominado Grupo de Limpieza, utilizado para disfrazar actividades relacionadas con el sicariato.

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La gobernadora de Esmeraldas, Rosa Cabezas, dijo ayer que está complacida con la Policía “por la forma profesional como han actuado”, al tiempo que aseguró a los esmeraldeños que “no se va a tolerar ningún tipo de intento de intimidación venga de donde venga”.

Según el director del Centro de Rehabilitación, José Cevallos, este centro no cuenta con las condiciones técnicas para albergar a los diez apresados. “Nuestro centro es de mediana peligrosidad”, aseguró.