Un bote que las autoridades de Estados Unidos persiguieron durante tres horas sin lograr detenerlo, encalló en una playa del estado de Florida con 21 cubanos y dos sospechosos de contrabando de inmigrantes.
 
La Oficina del Alguacil del condado de Monroe, en el extremo sur de Florida, informó hoy de que agentes de la Marina de EEUU detectaron la embarcación cuando se dirigía hacia las costas estadounidenses.
 
Los guardacostas salieron a su encuentro para interceptar a la embarcación, pero no les fue posible detenerla y ésta finalmente encalló en Big Pine Key después de la 05 horas (09 GMT).
 
Las autoridades de Monroe precisaron que 21 cubanos, incluyendo siete niños, estuvieron bajo custodia en ese condado y luego fueron entregados a la Patrulla Fronteriza, que los trasladó a un centro de Inmigración en Miami.
 
Por su parte, dos hombres, ambos ciudadanos legales de EEUU y de origen cubano, están bajo custodia de los alguaciles por sospecharse que trajeron de contrabando a los inmigrantes.
 
La embarcación, de nueve metros y con registro en Miami, fue decomisada.
 
Según los convenios suscritos entre La Habana y Washington, los cubanos que son interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, deben ser repatriados.
 
Sin embargo, de acuerdo con las leyes de Estados Unidos, los que logran pisar tierra pueden permanecer en este país y al cabo de un año empezar los trámites para obtener la residencia.