El primer ministro de Iraq defendió el domingo un ataque aéreo de Estados Unidos que mató a 22 personas en Faluja, pero funcionarios iraquíes en la localidad dijeron que los muertos incluían mujeres y niños y no militantes musulmanes extranjeros.
 
"Sabemos que una casa usada por terroristas fue impactada. Damos la bienvenida a los ataques contra terroristas en cualquier lugar de Iraq", dijo el flamante primer ministro interino, Iyad Allawi, en una conferencia de prensa.
 
Dijo que el ejército de Estados Unidos le había informado a su gobierno, antes de realizar el sábado el ataque aéreo contra una casa usada por militantes liderados por Abu Musab al-Zarqawi, un jordano descrito por Washington como el jefe en Iraq de la red de extremistas de Al Qaeda.
 
Sin embargo, el jefe de la policía de Faluja y un oficial de alto rango de la Brigada de la ciudad, a cargo de la seguridad en la localidad ferozmente antiestadounidense, negaron que militantes musulmanes extranjeros hubieran operado desde la casa.
 
"Inspeccionamos el daño, vimos los cadáveres de las mujeres, los niños y los ancianos. Era una familia", dijo a Reuters, Nouri Aboud, de la Brigada de Faluja.
 
"No hay ninguna señal de que extranjeros hayan vivido en la casa. Zarqawi y sus hombres no tienen presencia en Faluya".
 
El ejército de Estados Unidos permitió que la Brigada de Faluja, dirigida por ex oficiales del ejército iraquí, se hiciera cargo de la seguridad en la localidad, bajo una tregua desde el mes pasado que terminó con los combates entre marines de Estados Unidos e insurgentes, en los que murieron cientos de personas.
 
El ataque aéreo hizo añicos la paz en Faluja y alimentó las tensiones antes del fin formal de la ocupación de Estados Unidos en Iraq, previsto para el 30 de junio.
 
Desde la tregua, Faluya ha estado más tranquila, aunque el ejército de Estados Unidos dijo que un marine murió en acción el sábado.
 
El general Mark Kimmitt dijo en Bagdad que la casa destruida en Faluja era usada por extremistas leales a Zarqawi, acusado por Washington de dirigir una sangrienta campaña de ataques suicidas y de degollar a un rehén de Estados Unidos el mes pasado.
 
El gobierno iraquí asegura que militantes extranjeros están detrás del sabotaje que la semana pasada llevó a las cruciales exportaciones de petróleo a un alto.
 
Las exportaciones de crudo seguían interrumpidas el domingo, mientras que cientos de técnicos continuaban trabajando en un oleoducto saboteado que alimenta terminales del sur, dijo un portavoz de la autoridad civil provisional de la coalición.