Una investigación parecida a la realizada en la frontera con Colombia para conocer el grado de afectación en la población luego de las fumigaciones aéreas con glifosato, se busca hacer en los cantones de Manta y Jaramijó con el fin de establecer si la comunidad está siendo amenazada por las operaciones de dos bases militares.

Miguel Morán, dirigente del movimiento Tohallí, dijo que asociaciones de agricultores, salineros y pescadores hicieron esa solicitud a la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) una organización no gubernamental que en el 2003 detectó daños genéticos en comunidades fronterizas del norte por las fumigaciones a las plantaciones del coca del Plan Colombia. Según Morán, Inredh tiene especialistas que pueden sostener técnicamente las denuncias contra las actividades aéreas y navales en Manta. Recordó que de por medio están los intereses de agricultores afectados por la expansión de la Base Naval de Jaramijó, de pescadores impedidos de ingresar al puerto de Manta por la seguridad que necesitan los barcos de EE.UU. y los salineros de San Clemente y San Jacinto.