LA MISIÓN ERA  reivindicar el nombre y la función del miembro viril. Que dejase, al menos por una hora y media y en un tono informal, de ser un tema pecaminoso y oscuro. Que las mujeres supieran esas cosas que solo los hombres saben de sí mismos y hablaran sin prejuicios al respecto.

Y el camino fue la risa. Pese a que ‘Confesiones del pene’ no utilizó recursos humorísticos innovadores ni reflexiones profundas en la noche de su estreno -el jueves pasado- logró que el público que copó la sala de teatro de MAAC Cine participara de la obra y se atreviera a comentar, entre carcajadas anónimas, sobre las intimidades masculinas.

La audiencia que acompañó a los argentinos Diego Díaz, Emiliano Kaczka y Raúl Biaggionni en el sencillísimo escenario, fue, en su mayoría, femenino. Se derrumbó por completo la cuarta pared -la división tradicional entre actor y espectador-,   pues las mujeres contribuyeron con sus voces a la puesta en escena de este texto de José Montero.

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Lo primero, el nombre. Emiliano comparó al pene con la manga de la que salen los jugadores hacia la cancha de fútbol -los espermatozoides son los jugadores, el óvulo es el balón- y Raúl enumeró algunos de los nombres con los que se conoce al miembro viril mundialmente, todos bien reconocidos por el público.

Diego fue el encargado de leer un concepto científico del pene, matizado con comentarios hilarantes de Raúl y Emiliano. Había que saber de qué se trataba antes de empezar a hablar de las distintas formas de masturbación, de la eyaculación precoz y de esa primera vez tan recordada.

Que algunos saludan a su sexo cada mañana, que es un tanto difícil orinar sin ensuciar la tapa del inodoro; que a veces temen pedirle a su pareja que haga el amor con ellos, que nada es más hermoso que hacerlo con una mujer a la que realmente quieren, fueron mensajes breves que se escondían entre el diálogo festivo de los actores y la audiencia.

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Los argentinos dominaban los textos, aunque ‘Confesiones del pene’ no tuvo tanta carga dramática como ‘Monólogos de la vagina’ -de la que la recién estrenada fue catalogada como respuesta-. En la comedia de Montero, la reflexión encontró muy pocos espacios, pero Díaz, Biaggionni y Kaczka fueron hábiles en su comunicación con el público guayaquileño.

Tal vez eso es lo que hace que ‘Confesiones del pene’ sea distinta en cada uno de los once países que la han visto sobre las tablas. Porque la gente tiene acceso, a través de esos tres hombres, a las cosas inherentes al género masculino.

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En el escenario estaban, aunque solo por los pocos segundos en los que el jolgorio se desvanecía, el hombre que tiembla en su primera relación sexual, el que se frustra cuando tiene un orgasmo antes que su mujer, el que se enorgullece de conocer sobre sexo,  el que siente amor y ternura en la cama y el que llora de pura felicidad cuando ve a sus hijos.

‘Confesiones del pene’ fue una comedia muy bien lograda, de humor popular y predecible. Una pública conversación amena de un trío de hombres, sobre hombres, que abrió las puertas para posteriores -y privados- debates acerca de la manera en que ambos sexos se han entendido desde siempre.
 

El autor
El autor del texto Confesiones del pene es el argentino José Montero, de 36 años, quien refiere que no podía haber escrito la obra “si no hubiera trabajado de chico en el bar de mi viejo, si no hubiese hecho secundaria en un colegio de varones, si no hubiese fatigado mesitas de café con mis amigos, si no hubiese transcurrido cientos de noches en una redacción, si no tuviera a mi mujer y no fuese padre”. 

En el escenario
La escenografía de Confesiones del pene es bastante sencilla: tres bancas, una pizarra y dos láminas con dibujos de los genitales masculinos. Según Gustavo Ferrari, quien ahora produce la obra, esto permite que el diálogo entre los actores y el público “sea lo que brille más durante el montaje”.

Más funciones
Habrá funciones de Confesiones del pene hoy, a las 19h00 y 21h30; y el domingo a las 19h00, en MAAC Cine (Malecón y Loja). Las entradas se pueden adquirir en Feraud Music de Mall del Sol y en el MAAC a $ 20 y $ 30.