El gobierno británico presentó una ley que permitirá, por primera vez, que las personas puedan decidir de antemano rechazar que se les prolongue la vida, en caso de enfermar de gravedad y estar mentalmente incapacitados.

La ley se refiere a las llamadas “herencias en vida”. Que las personas puedan decidir cuando todavía están sanas, cómo quieren ser medicadas en esas circunstancias.