En menos de una semana, la Policía encontró ayer otro túnel que se presume iba a ser utilizado para la fuga de los presos en el penal García Moreno, ubicado en el Centro Histórico de la capital.

Con este hallazgo suman cinco túneles descubiertos por la Policía en los últimos dos meses, indicó el comandante del Grupo de Operaciones Especiales (GIR), capitán Guillermo Rodríguez.

El hallazgo del foso se produjo luego que la Policía observara que en la casa N-2259, ubicada en la calle Rocafuerte (tres cuadras más abajo del penal), había actividad inusual durante la noche. El inmueble fue alquilado por la dueña, Melchora Paucar, a cinco personas hace algunos meses, según su hija, Sonia Chanatasí.

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Según los vecinos, la casa pasaba cerrada la mayor parte del tiempo, pero en la inspección que hizo la Policía en uno de los cuartos se encontró una cocineta, varias ollas, alimentos y otros artículos que confirmaron que el sitio era utilizado por varias personas.

Buzos de la Policía ingresaron al túnel y comprobaron que la excavación había avanzado alrededor de 15 metros en dirección al penal.

En el estrecho hueco se halló costales de tierra, mascarillas, zapatos, trajes impermeables, herramientas, rodilleras y varios coches de madera pequeños.

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Édison Asimbaña, nieto de la propietaria de la casa, está detenido por este hecho. Él se declaró inocente y dijo que ni siquiera conocía los nombres de los arrendatarios.