Autores de Chile, Perú, Brasil y Ecuador participan desde el pasado martes, en Quito, del encuentro ‘Pablo Neruda, el hombre y la poesía’. La actividad concluye hoy, con ponencias que se dictarán en la Capilla del Hombre.

Con el brasileño Thiago De Mello, los seguidores del inmortal Pablo Neruda (de cuyo nacimiento se cumple un centenario este año) recordamos su lenguaje sencillo y profundo. “Como pensaba Neruda, los escritores debemos ser capaces de escribir de tal manera que sea accesible a cualquier tipo de lector, sin perder el compromiso de mantener la belleza literaria”, sostuvo.

De Mello, estudioso y traductor de la obra de Neruda, fue uno de los participantes de la tercera mesa redonda en homenaje al escritor chileno, que se desarrolla en Quito desde el martes pasado. El brasileño otorgó al público a un Neruda humano, con un corazón enorme, cercano al pueblo y defensor de la dignidad humana.

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La mayor parte de su intervención la ocupó un texto de su autoría, que más bien es una carta al autor de Crepusculario. Rememoraciones de vivencias compartidas ocuparon aquellas líneas. Fue una especie de perfil de Neruda como hombre. Un perfil más cercano a la poesía que a la prosa. Intimidades compartidas, sueños, amistades comunes, estuvieron conjugadas en un texto que conmovió a la audiencia y que hizo derramar una que otra lágrima.

Fue un texto con el que no solo se conoció más de Neruda como un ser integral, sino como un ser sensible. Unas líneas en las que De Mello le cuenta a su “querido Paulinho”, como él lo llamaba, qué pasó después de su muerte física, cómo su palabra sigue latente en las letras de Latinoamérica.

El poeta brasileño involucró al público a tal punto que todos los presentes cantamos una melodía en memoria de Neruda, dirigida por De Mello. Fue como un canto para rendirle tributo al poeta chileno. “Soy marinero, me gusta el mar”, decía la pequeña canción.

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Tras esta intervención tan sentida y apasionada, inició el ecuatoriano Filoteo Samaniego, quien agradeció la masiva concurrencia y advirtió que sus palabras serían secas y no tendrían “la emoción profunda que nos acompañó hasta con música, de Thiago De Mello”. Pero no fue así, Samaniego nos dio a conocer que la prosa de Neruda está cargada de poesía, con mucha entrega.

El poeta ecuatoriano señaló: “No solo en la producción poética, sino en su prosa, Neruda mantiene un lenguaje de igual altura”. Samaniego citó algunos de los primeros textos de Neruda en los que exalta a su tierra natal, Temuco, de manera altamente metafórica. Una muestra de aquello fue un texto que dice: “Yo he vivido entre estos cerros aromáticos y heridos, son cerros suculentos en que la vida golpea con infinitos extramuros, con cataclismo insondable y retorcijón de trompeta...”.

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También habló de su fijación con las cosas pequeñas, y de esa manera tan suya de hacer descripciones cargadas de poesía. Además, se refirió a las críticas que Neruda hizo a los autores contemporáneos que también caminaban de la mano con la poesía. La participación de Samaniego puede resumirse en una frase de Neruda que él compartió: “Lo más parecido a la poesía es un pan, o un plato de cerámica o una madera tiernamente labrada, aunque sea con torpes manos”.

Tanto De Mello como Samaniego participarán en las mesas redondas que se desarrollarán en la Casa de la Cultura del Guayas, desde el próximo lunes.

Jornada de hoy
En la Capilla del Hombre se desarrollarán hoy las ponencias de Volodia Teitelboim, Miguel Rojas, Raúl Zurita, Arturo Corcuera, Thiago De Mello y Pablo Armando Fernández. En ese mismo lugar, a las 18h30, se hará el acto de clausura.