El secretario de Defensa de Estados Unidos,  Donald Rumsfeld, admitió ayer que ordenó, por pedido del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, mantener en secreto la detención de un prisionero iraquí para ocultar su identidad ante el Comité Internacional de la Cruz Roja y que puede haber otros “detenidos fantasma”.

Una investigación del mayor general Antonio Taguba, denunció en marzo esta práctica en la prisión de Abu Ghraib, y la denunció como “contraria a la doctrina militar y  violatoria de las leyes internacionales”.

Ayer, David Passaro, contratista de la CIA, fue arrestado y acusado formalmente por las vejaciones que provocaron la muerte de un prisionero en Afganistán y la organización Human Rights First delató que EE.UU. mantiene más de una decena de centros secretos de detención sin control y fuera de la ley, en Iraq, Afganistán, Pakistán, Jordania y a bordo de buques en alta mar.

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Mientras, el alto mando designó al general de cuatro estrellas, Paul Kern, para investigar las torturas contra prisioneros  iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, en reemplazo del teniente general Ricardo Sánchez.

Además, el secretario general de Naciones Unidas,  Kofi Annan, rechazó la renovación de la inmunidad judicial de personal de EE.UU. ante la Corte Penal  Internacional.