Uno de los lagos salados más grandes del mundo podría desaparecer si los países que lo comparten no cooperan para incrementarle el flujo de agua, advirtió este viernes las Naciones Unidas. 
 
El mar de Aral, otrora el cuarto lago de agua salada más grande del mundo, recibe hoy en día una décima parte de agua de lo que solía percibir, según un informe conjunto de la Comisión Económica de la ONU para Europa y la Comisión Socio-Económica de la misma entidad para Asia y el Pacífico. 
 
"Se podría inclusive decir que el Mar de Aral ha desaparecido", dijo Bo Libert, un asesor regional de la ONU. "Nunca será lo que fue". 
 
El Aral, que separa a Kazajstán de Uzbekistán, ha perdido la mitad de su capacidad original por una sequía regional y el uso excesivo de los ríos que lo alimentan, el Amu Darya y el Syr Darya. 
 
"De continuar la tendencia actual, el mar de Aral desaparecerá en un futuro cercano, a pesar de los esfuerzos poco sistemáticos que se están haciendo para salvarlo", indica el informe de 106 páginas. 
 
Habría que invertir 228.000 millones de dólares para que el mar recupere su estado original, quizás desviando el cauce de algunos ríos para alimentar el lago, dijo Yevgeny Nadezhdin, uno de los asesores que participó en el reporte de la ONU. 
 
Los países centro asiáticos necesitan cooperar, dice el informe, sobre todo en desarrollar y reparar un sistema deficiente eléctrico e hidráulico. 
 
Los países centroasiáticos necesitan cooperar. La región, dice el informe, enfrenta   serios problemas medioambientales y a una deficiente infraestructura del sector hidráulico.
 
"Es esencial desarrollar un marco legal de cooperación energética e hidráulica, para fortalecer las instituciones regionales y nacionales, que mejoren el monitoreo y la información de fuentes hidráulicas, así como proteger esas fuentes". 
 
Cuatro de los cinco países a los que hace mención el reporte: Kazajstán, Uzbekistán, Kirguizstán y Tayikistán, han aprobado la estrategia de cooperación de la ONU. El quinto, Turkmenistán, no participó.