En la ciudad de Guayaquil, el comentario callejero coincide unánimemente en que la acción de policías municipales, represión, persecución contra la gente que trabaja; negación de permisos de funcionamiento fundamentados, estarían influyendo en la creciente desocupación que origina violencia.

Los medios de comunicación reseñaron que un propietario de una cafetería no podía sacar las sillas y meses al portal; se lo habían prohibido por la regeneración.

El repudio al trabajo informal puede causar un colapso.

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Solo el 15% de la ciudadanía gozaría de trabajo formal, los demás nos ganamos la vida en trabajos informales.

Margarita Baquerizo Álvarez
Guayaquil