Nunca será un acto de valentía jugarse la vida en la llamada “ruleta rusa”, colocándose un revólver con una bala en la sien, con la posibilidad, de cinco a uno, de que se dispare. Eso es definitivamente una torpeza; pero, en todo caso, el que así actúe, paga con su propia vida.

En cambio, hay los que juegan la ruleta rusa en cabeza ajena; estos se encuentran en cierta clase política que apuntan a la desestabilización de la democracia,  “disparando” contra el Estado y causando grave riesgo a la nación con tales aberraciones, en las que rifan la suerte de los ecuatorianos desvalidos que esperan crezca la economía, y se fomenten fuentes de trabajo.

Bien puede decirse entonces que ciertos políticos y algunos alborotados comparsas, juegan a la ruleta rusa con la vida del país, al estar seguros que las calamidades no las sufrirán ellos, porque como siempre, solo serán alegres espectadores del descalabro.

Arturo Vicente Zambrano C.
Guayaquil