Pese a los abucheos, pifias y reclamos que recibió, el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, calificó de “positiva” la visita a esta ciudad, que inició el lunes pasado y culminó ayer.

En una rueda de prensa en el hotel Oro Verde señaló que “la población de Cuenca es culta, amigable y la mayoría está de acuerdo con las políticas gubernamentales para obtener estabilidad política, económica y social”. Así respondió a los reclamos por obras que efectuaron las fuerzas vivas del Azuay.

El mandatario adjudicó las expresiones de rechazo a grupos políticos e ideológicos que “se oponen a las decisiones del gobierno”: “Se oponen a la política de avanzar en un proceso de Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., lo cual representa una gran oportunidad para que el pueblo ecuatoriano reduzca la pobreza mediante la creación de fuentes de trabajo con las inversiones extranjeras”, expresó.

Publicidad

Mientras Gutiérrez hacía estas declaraciones, un numeroso grupo de personas se apostó fuera del hotel para protestar por la falta de obras para la región.

Gutiérrez resaltó las obras viales que ha realizado en la provincia de Morona Santiago y el apoyo que ha brindado a la construcción del proyecto hidroeléctrico Mazar.

Tuvo, por la mañana, un desayuno de trabajo con los sectores productivos del Azuay. A las 11h00 regresó a Quito.

Publicidad

Antes de volver a la capital, el mandatario destacó la decisión histórica de su gobierno de incrementar el presupuesto para los municipios y prefecturas del 11 al 15%, “es un gran esfuerzo conseguir los recursos para entregarles a los alcaldes y prefectos, para que ellos con esos recursos construyan obras en beneficio del pueblo ecuatoriano”, aseveró.

Según un boletín de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, Gutiérrez se comprometió a entregar 400 mil dólares para concluir la iluminación del aeropuerto Mariscal Lamar y a autorizar el desembolso de recursos para otras obras de infraestructura.