El desconocimiento de cierto personal militar en la CAE (Corporación Aduanera Ecuatoriana) trae el abuso a sectores productivos del país.

La valoración se la hace sin considerar los países de origen de las materias primas, precios internacionales, etcétera. Han existido casos en los que se han incrementado los precios de la carga hasta en un 34% del valor negociado, y peor aún, a productos o materias primas que no pagan aranceles.

¿Ese es el nivel de conocimiento del personal que hace la valoración? ¿De qué sirve tener verificadoras si no se consideran sus inspecciones y sus informes?

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Estamos llegando a un estado en el que las verificadoras están dejándose torcer el brazo, pues para poder renovar sus contratos han cedido a pretensiones y aceptan incrementar los valores, aunque eso va en contra del trabajo realizado. La empresa privada ya se está dejando manosear.

¿De dónde han sacado la base de valoración? ¿Han sido tan acuciosos para ponerse en contacto con todos o la mayoría de fabricantes en el mundo, y conocer cuáles son sus precios?

Las materias primas en la mayoría de los casos dependen de precios del petróleo, o de consumos masivos en países como China o India, que fluctúan con frecuencia, y realmente es imposible mantenerlos fijos por semanas.

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¿No habría sido más racional pedirle a las verificadoras que transmitan a la CAE, igual que hace la banca privada con el Banco Central, que cada vez que se realice una aprobación ellos la registren de primera mano?

Estamos tratando de ser más productivos, pero no hay el espíritu de cuerpo que debe tener el país, que sí lo tiene las Fuerzas Armadas. ¿Qué podemos esperar con esas acciones?

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Eco. Carlos Juan Ortiz Jorgge
Guayaquil

El 12 de abril del 2004 la CAE convocó públicamente a las empresas verificadoras a participar en la calificación para la inspección de las importaciones hacia el Ecuador.

Se condiciona que quienes participen deben estar afiliados a la International Federation of Inspection Agencies (IFIA). Esta es una asociación privada que agrupa a un sector de empresas mayoritariamente europeas, algunas de las cuales ya han tenido problemas en nuestro país y que la prensa se ha encargado de denunciar. Existen en el mundo otras empresas de inspección más grandes y solventes que no desean pertenecer a aquella que les impide participar por este condicionamiento.

Si se quiere realmente beneficiar al Ecuador, se deberían abrir las puertas y permitir que participen todas las empresas internacionales, sin condicionamiento, y negociar con transparencia los mejores beneficios para el país. Conozco que muchas están interesadas en venir a prestar mayor servicio que las actuales.

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Es obligación de la CAE analizar detenidamente a quienes están interviniendo en esta convocatoria, y rechazar a todas las que ya han tenido problemas y ahora están volviendo a participar; así como a las que no demuestren amplia infraestructura mundial y solvencia que garanticen al Ecuador seriedad y eficiencia.

Anita Lara Oviedo
Guayaquil