Un grupo armado, al parecer de la guerrilla FARC, masacró el martes a 34 campesinos que dormían en una hacienda al noreste de Colombia, informó Taiz Ortega, alcalde de La Gabarra, a la agencia de noticias AP. 
 
Hay 34 personas muertas y cinco heridas. Los muertos se encuentran en el centro asistencial de La Gabarra, precisó Ortega en dialogo telefónico. 
 
Los cadáveres fueron trasladados por familiares desde una vereda en canoas hasta el pequeño poblado cerca de la frontera con Venezuela. 
 
La Gabarra, a unos 500 kilómetros al noreste de Bogotá, es un pequeño puerto en una zona conocida por grandes plantaciones de coca. 
 
Según las versiones de sobrevivientes, los hombres armados llegaron a la hacienda a las 5:30 de la mañana al sitio donde dormían y después de amarrarlos con las cuerdas de las hamacas, los asesinaron a tiros. 
 
Jesús Bayona, de 45 años, uno de los heridos, dijo al fotógrafo de la AP en la región: Nos salvamos porque corrimos hacia la montaña. Bayona tiente una herida de bala en una pierna y según dijo sus compañeros en un hombro y en el estomago. 
 
En la hacienda La Duquesa, cuyo principal cultivo es el cacao, aparentemente también existe una plantación de coca, dijeron testigos a las autoridades. 
 
Al parecer las víctimas eran   raspachines (recolectores de coca) que se ven obligados a ese tipo de labor para poder subsistir, dijo a la AP la personera Yinith Guerrero, quien se encarga de los derechos de la población local. 
 
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y grupos paramilitares se disputan el dominio del territorio que es fértil para los cultivos ilícitos. 
 
La matanza ocurrió en la vereda Río Chiquito distante unas tres horas a caballo de La Gabarra, dijo Guerrero. 
 
Añadió que estaba pidiendo ayuda a la Red de Solidaridad, porque los pobladores vecinos a la hacienda   temen por su vida y a lo mejor se va a iniciar un desplazamiento forzado de los campesinos. 
 
Aseguró que las personas asesinadas podrían ser recolectores de coca   pero igual es población civil que no debe ser involucrada en ningún conflicto.