El que no está de acuerdo con las batidas que hace la Policía Nacional, es porque no se encuentra en esa larga lista de víctimas que tiene el hampa.

Pero importante es que las instrucciones para quienes cumplen órdenes, sean claras y ajustadas a las normas de convivencia ciudadana y respeto.

La ciudadanía está en la obligación de colaborar con quienes llevan este propósito. Sin embargo, es necesario que las autoridades de Policía y de tránsito, o bien la Gobernación de la provincia, instruyan a sus subalternos en que no es necesaria la vejación a un conductor, en casos de que ciertos vehículos portadores de películas antisolares, sus dueños o conductores no posean o tengan desactualizado su permiso; pues en flagrante abuso se procede a destruir la propiedad privada, arrancándoles las películas.

Publicidad

Si la falta cometida de no poseer la autorización escrita de las autoridades es considerada una infracción, lo correcto sería que se emita citación para que concurra, el presunto infractor, ante un juez de tránsito y este lo sancione conforme a la ley; pero destruir cualquier accesorio de un vehículo es atentar contra la propiedad privada, y para eso no está la Policía, sino para proteger.

Ing. Arturo Rodríguez Bazurto
Guayaquil