Un fresco pintado en 1942 por niños judíos en una de las barracas utilizadas como campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial en Rivesaltes, en las proximidades de Perpiñán, fue destrozado, informó ayer la delegación del Gobierno de los Pirineos Orientales.

Un historiador que pasó por el sitio el viernes pasado denunció al diario LIndependant el saqueo de la barraca en la que trabajó el Socorro suizo, y donde los frescos fueron destrozados.