Hemos escuchado a la Policía Nacional que la situación referente al armamento es bien delicada y eso no es de asombrarse ya que, entre tanto, los delincuentes andan bien armados.

Nada sacamos con incrementar más el personal y botarlo a la calle a trabajar si ni siquiera tiene una pistola de juguete. Por lo que urge que las autoridades que tienen bajo su mando la institución policial hagan un reajuste en alguna partida presupuestaria como así lo han hecho en otras necesidades.

También deben hacer algo para subir el sueldo que perciben los policías, sin distinción de rango, para evitar actos de corrupción de ciertos elementos.

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Ab. Eduardo Chiriboga
Guayaquil