Varios desconocidos asesinaron este sábado a un vice ministro de Relaciones Exteriores, el último ataque contra dirigentes iraquíes en semanas recientes. Por otra parte, un clérigo chiíta que ha liderado una insurrección en que han muerto centenares de personas prometió respaldar al nuevo gobierno si logra poner fin a la presencia militar estadounidense. 
 
Bassam Salih Kubba, el diplomático de carrera de mayor antiguedad en Iraq, fue baleado en el distrito Azimiyah de Bagdad, dijo Thamir al-Adhami, vocero del ministerio de Relaciones Exteriores. El ataque ocurrió en una urbanización sunita donde el respaldo a Saddam Hussein era fuerte. 
 
El ministerio dijo en un comunicado que el ataque parecía haber sido llevado a cabo por  simpatizantes del malvado régimen de Saddam Hussein. 
 
Kubba, de 60 años, era responsable de asuntos legales y formaba parte de un grupo de varios vicecancilleres. 
 
Fungió como jefe interino de la misión iraquí ante las Naciones Unidas en Nueva York y como embajador de su país ante China. Kubba también se desempeñó en el comité que administró el ministerio después de la caída del régimen de Saddam. 
 
El ataque fue el segundo contra integrantes del gobierno interino en los últimos cuatro días. 
 
El miércoles, el viceministro de salud, Ammar al-Safar, escapó a un intento de asesinato en la zona de Azimiya mientras se dirigía al Ministerio de Salud. Los guardias de Al-Safar intercambiaron tiros con los atacantes, que finalmente huyeron. 
 
El 17 de mayo, el presidente del ahora disuelto Consejo de Gobierno Iraquí, Izzadine Saleem, fue asesinado en un ataque suicida en Bagdad. 
 
Otro miembro del consejo, Aquila al-Hashemi, también un diplomático de carrera, fue asesinado en septiembre del 2003. 
 
Pese a la violencia, el gobierno recibió el viernes un respaldo imprevisto, el del clérigo chiíta Muqtada al-Sadr. En un sermón que fue leído a sus seguidores por uno de sus lugartenientes, al-Sadr dijo que estaba dispuesto a dialogar con el nuevo gobierno si se propone poner fin a la presencia militar estadounidense. 
 
Respaldo al nuevo gobierno interino, dijo al-Sadr.  A partir de ahora, les pido que abramos un nuevo capítulo en favor de Iraq y de la paz. 
 
Por otra parte, un funcionario de la cancillería libanesa dijo el sábado que varios iraquíes secuestraron a tres libaneses en Iraq y mataron a uno. 
 
Otro de los libaneses fue puesto en libertad y el tercero permanece cautivo, señaló el funcionario, que pidió no ser identificado. No está claro cuándo fueron secuestrados ni por quién. 
 
Hussein Alí Alyan fue torturado y asesinado en circunstancias espantosas, agregó. 
 
El funcionario del ministerio rechazó que la muerte de Alyan, un chiíta del sur de Líbano que trabajó en la industria de la construcción y como contratista, tenga como móvil algún motivo político. Dijo que fue asesinado por sus captores debido a  razones económicas y su cadáver fue arrojado en un camino cerca de Bagdad.