Monseñor Eugenio Arellano, obispo de Esmeraldas, pidió ayer que no se culpe a los inmigrantes colombianos por los recientes acontecimientos violentos (diez asesinatos) en la provincia.

En una marcha de protesta contra el denominado “Grupo de Limpieza”, presuntamente conformado por sicarios ecuatorianos y colombianos, Arellano recalcó que los últimos crímenes se relacionan con lo que ocurre en la frontera norte “por la falta de educación, salud y servicios básicos. Los ecuatorianos también emigramos”, acotó. Según la Jefatura de Migración de Esmeraldas, 7.235 colombianos ingresaron desde enero del 2000 a marzo del 2004, y no regresaron a su país.