Unas 30 mil personas exigieron resultados en las investigaciones de diez crímenes a manos de sicarios.
La marcha convocada por el obispo de Esmeraldas, monseñor Eugenio Arellano Fernández, a favor de la paz y en contra del sicariato, sobrepasó ayer todas las expectativas.
Según sus organizadores, aproximadamente 30 mil personas salieron a las calles para rechazar la ola de asesinatos que desde el 16 de enero pasado ha sacudido a esta ciudad, así como la presencia del autodenominado Grupo de Limpieza que, según investigaciones de la Policía, supuestamente está formado por sicarios colombianos y ecuatorianos.
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El obispo Arellano indicó que quienes intervinieron en la caminata también se pronunciaron en contra del tráfico de drogas, y recordó la aparición de paquetes con clorhidrato de cocaína en las playas del sur de la provincia, desde el pasado 24 de mayo.
La marcha se inició a las 08h45 y salió desde el estadio Folke Anderson. Los ciudadanos se dirigieron al sur y luego avanzaron hacia el norte, para finalmente disolverse en el centro de la capital esmeraldeña.
Organizaciones sindicales, de trabajadores, empleados públicos y privados, se reunieron desde las 07h30 de ayer en la calle Seis de Diciembre, y a las 08h00 había casi 10 mil personas en el lugar.
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La mayoría de los estudiantes portaba globos blancos, pañuelos del mismo color y pancartas en las que rechazaban la violencia, a la vez que hacían un llamado a favor de la paz.
El clérigo dijo que se trató de una manifestación cívica contra el crimen, el sicariato y los narcotraficantes. “Les estamos demostrando que no los queremos, que el pueblo los rechaza y tienen que irse”, añadió con énfasis.
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Exigió resultados
La marcha también sirvió para exigir resultados a la Policía sobre las investigaciones que se realizan en torno a los diez asesinatos cometidos en pleno centro de la ciudad y que se atribuye a la acción de sicarios.
La Policía informó que “las investigaciones están bien encaminadas y que la captura de los implicados es cuestión de tiempo”. Sin embargo, la comunidad esmeraldeña se mostró escéptica ayer, durante la caminata por la paz, y exigió resultados.
La caminata la encabezaron dos patrulleros de la Policía, una ambulancia y dos motobombas del Cuerpo de Bomberos. Más atrás iban la banda de guerra del Municipio, la gobernadora Rosa Cabezas, el alcalde Ernesto Estupiñán, el presidente de la Corte Superior de Justicia, Víctor Güilcapi; el obispo Eugenio Arellano, diputados, concejales, consejeros, directores de entidades, empleados públicos y privados, así como alumnos de escuelas y colegios.
La gobernadora Cabezas ofreció “ejercer más presión” sobre la Policía, para que se capture a los sicarios que actúan en Esmeraldas y que, supuestamente, están ligados al Grupo de Limpieza.
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A los gremios turísticos les preocupa la imagen que se está proyectando al país sobre la seguridad en Esmeraldas. De hecho, existen presiones para que estos casos se resuelvan lo antes posible.
EJECUCIONES
16 de enero del 2004
Humberto de Jesús Cuero Ureta (no se estableció edad). Su cadáver apareció en el botadero El Jardín, con 20 orificios “por el paso del proyectil”, y un letrero que decía: Me matan por asesino y ladrón.
19 de enero del 2004
El colombiano Tito Elías Montaño López, de 28 años, murió a balazos.
21 de enero del 2004
Byron Rosero Ardila, asesinado en el puerto pesquero.
11 de febrero del 2004
Sandro Portocarrero Baquí fue tiroteado en el sitio El Relleno (Muisne) y falleció en el hospital Delfina Torres.
22 de febrero del 2004
Jackson Maclovio Escobar González (37), fue asesinado con siete balazos. Tenía un cartel con la leyenda: “Lo mataron por pirata y vendedor de drogas. Llegamos para quedarnos. Grupo Especializado de Limpieza”.
5 de abril del 2004
José Rengifo Mosquera (45), murió con tres disparos. Este hecho también ocurrió en el puerto pesquero.
26 de abril del 2004
Johnny Palacios Cortez (29) y el colombiano Güilberto Thomás Angulo Corozo (29) fueron asesinados a balazos. El primero, frente a las oficinas de Andinatel, y el segundo, afuera de un almacén de venta de videos y discos compactos de su propiedad.
18 de mayo del 2004
El colombiano José González Bone (29) conducía una motocicleta cuando dos sujetos lo interceptaron y le dispararon en la nuca y la espalda.
30 de mayo del 2004
Beatriz Saavedra Prías (40) fue secuestrada de su domicilio junto a su esposo Carlos Salguero. Los sicarios les dispararon; ella murió, pero él quedó herido.