Tres pescadores peruanos que naufragaron en alta mar lograron sobrevivir durante 59 días comiendo carne de tortuga y bebiendo la sangre de ese reptil y el agua del radiador de su nave, informó el viernes la prensa.

Con el afán de cazar tiburones, los tres pescadores partieron el 25 de marzo del puerto de Ilo -unos 1.145 kilómetros al sur de Lima- con provisiones para 20 días en una nave que carecía de vela y equipo de radio, y dos semanas después se les declaró como náufragos.

"El drama se desató a los 20 días, cuando ya no quedaron más latas de provisiones por devorar. Entonces tuvieron que dar trámite a su caudal de pesca (...) tuvieron que saciarse con la sangre y la carne de tortugas que aparecían como un guiño de la Providencia", reseñó el diario El Comercio de Lima.

Publicidad

"Pero lo peor era la sed. Ese vampirismo de náufragos  no era suficiente y la última reserva de agua dulce era la que quedaba en el radiador", añadió. La nave se había dañado.

Manuel Ramírez, uno de los pescadores, no soportó más y empezó a beber el agua del radiador pero a los tres sorbos comenzó a intoxicarse.

"Ahí nos acordamos del curso de supervivencia que seguimos. Procesamos el agua en una calentadora y nos daba medio litro de agua dulce al día", dijo Ramírez a El Comercio.

Publicidad

Manuel y Óscar Ramírez y Edilberto Juárez fueron rescatados el 23 de mayo, pesando unos 10 kilos menos, por una nave ecuatoriana a 700 millas del litoral. Fueron conducidos al puerto de Pasorja de ese país, al otro extremo de donde los pescadores zarparon.

En Pasorja, una nave peruana los llevó al departamento de Tumbes, en la frontera con Ecuador. "Pudo constatarse en el encuentro de ayer (jueves) con los familiares (...) (que) el abrazo fue lacrimógeno y no era para menos: había demorado 2.000 kilómetros", concluyó El Comercio.