El primer ministro iraquí, Iyad Alawi, reintegrará a la función pública a 12 mil ex miembros del partido Baas, del derrocado líder Saddam Hussein, de los 30 mil que el ex protegido del Pentágono, Ahmed Chalabi, y el administrador estadounidense de Iraq, Paul Bremer, habían separado. 

“Se cometieron muchas faltas en el pasado y vamos a remediarlas”, dijo Alawi. Los separados pertenecen a los ministerios del Interior, de  Educación o Electricidad y otros y su marginación desorganizó a la administración,  aisló a la comunidad sunita, llevó a sumarse a la rebelión a una parte de  militares sin empleo y privó a las fuerzas de ocupación de una red de  inteligencia.

Alawi denunció también que los atentados con explosivos contra los oleoductos en Iraq han causado pérdidas de más de 200 millones de dólares en los últimos siete meses.

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Ayer, rebeldes chiitas ocuparon una comisaría de policía en Nayaf y la retuvieron el jueves por dos horas, muriendo seis iraquíes, además de quedar heridos otros 29.