Es hora de que todos aceptemos que tenemos un Presidente, bueno o malo, pero legítimamente elegido por votación popular.

Si el pueblo cometió un grave error, es otra cosa, pero debe asumir las consecuencias y aprender de una elección, para que la próxima vez no tome a la ligera las votaciones sino que su voto sea meditado, para elegir a capacitados, a estadistas que realmente tengan planes coherentes de gobierno y sepan hacia dónde van.

Es hora de que dejemos de pensar que elegimos y luego no nos gusta y los sacamos, rompiendo las veces que sean necesarias el orden constituido de la República. Maduremos para que los políticos respeten lo establecido y dejen trabajar, pues es lo único que queremos los ecuatorianos.

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Al Presidente le sugiero que escuche la voz del pueblo que se muere de hambre, y que rectifique su rumbo para que deje de preocuparse de que si bajó la popularidad en las encuestas o si lo tumbarán.

El que hace bien las cosas no tiene de qué preocuparse.

José Francisco Ponce López
Guayaquil