En el cantón Naranjito existe un alto índice de alcoholismo, y las autoridades locales no ejercen control en los locales donde se expende licor.
Esto se observa en un tramo del bulevar de las calles Guayaquil entre General Córdova y Nueve de Octubre, parte céntrica de la ciudad que medio centenar de borrachitos ha hecho su lugar de reunión, para consumir aguardiente durante el día y la noche.
Eso preocupa a quienes habitamos en el sector, ya que las personas en estado etílico protagonizan disputas con palabras de grueso calibre, y hacen sus necesidades biológicas a vista y paciencia de quienes transitan y habitan en la zona.
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Este grotesco “espectáculo” se repite desde hace un año, y ni la Policía ni las autoridades de salud han dispuesto los correctivos que solucionen el problema.
Gregorio Coello Sánchez
Naranjito