Pantallas de video y computadores sustituyeron este miércoles las velas y las flores del altar improvisado dedicado a las víctimas de los atentados  en la estación de trenes de Atocha, en Madrid, que simboliza la atrocidad del 11 de Marzo.
 
Miles de personas habían rendido homenaje a las víctimas dejando velas encendidas, mensajes y flores en la estación, destino de los cuatro trenes en los que explotaron las bombas que causaron 191 muertos y 1.900 heridos.
 
Empleados y viajeros habían empezado a quejarse de que el santuario improvisado, situado en el suelo de una zona concurrida, les impedía superar la tragedia.
 
Las autoridades quitaron las ofrendas y las sustituyeron por escáners y computadoras que la gente puede utilizar para dejar una impresión de sus manos y un mensaje que aparece en una pantalla y en una página de Internet.
 
Hay también grandes pantallas de video que muestran imágenes de los rostros de personas que han visitado la estación para presentar sus respetos, y columnas blancas de tela con los nombres de las víctimas impresos en ellas en negro.
 
"Esto me parece mucho mejor, más sobrio. Me parece bien que la gente pueda venir a Atocha a rendir homenaje, pero lo de las velas era demasiado", dijo Joaquín Díaz, trabajador de Renfe Cercanías.
 
"Salir a tomar un café y ver esto cada vez (...) era demasiado emotivo", declaró.
 
Los investigadores creen que las bombas fueron obra de extremistas islámicos que actuaban en nombre de Al Qaeda. Unas 20 personas, la mayoría de ellos marroquíes, han sido acusadas formalmente de participación en los atentados.
 
Las reacciones de algunas de las primeras personas que utilizaron el nuevo sistema informatizado demostraron que las emociones por el 11 de marzo siguen estando a flor de piel.
 
"Perdonar por no haber podido...", escribió una joven que firmó como  Gloria León, que rompió a llorar mientras escribía y dejó la frase sin terminar.