El G-8 lo integran Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Gran Bretaña y Rusia.

En la cumbre, EE.UU. presentará una polémica iniciativa para democratizar Medio Oriente, basada en reformas económicas  y políticas, cuyos detalles conocidos por una filtración del plan crearon escepticismo en líderes europeos y árabes.

La cumbre servirá también a EE.UU. –duramente criticado por lanzar la invasión a Iraq de forma unilateral– para mostrar que cambia de rumbo y busca la cooperación de otros países.

Publicidad

Para Latinoamérica es de vital importancia lograr en esta cumbre las medidas necesarias para destrabar el costoso envío de remesas de los inmigrantes, que alcanzan 100.000 millones de  dólares anuales en el mundo.

Las medidas que adoptaría el G-8 tendrían un impacto significativo en esta región, considerada el mayor mercado mundial de remesas, y que debería recibir este año más de $ 30.000 millones solo de sus inmigrantes en  EE.UU., según una encuesta del Banco Interamericano de  Desarrollo (BID).

“El objetivo es abaratar el costo de los envíos, que actualmente alcanzan el 20% del monto, e impulsar una mayor competencia entre las  instituciones financieras que realizan las transferencias.

Publicidad