Asesinos presos en una cárcel en una de las ciudades más violentas de México disfrutan de aromaterapia y música clásica como parte de un nuevo programa de rehabilitación, el director de la prisión dijo el martes.
 
La cárcel de alta seguridad de Ciudad Juárez, una localidad fronteriza con Estados Unidos donde más de 300 mujeres han sido asesinadas en la última década, comenzó a quemar a inicios de junio esencias de aceite y a reproducir música suave para un grupo de 25 internos "violentos y perturbados".
 
"Es un programa único para ayudar a los prisioneros más dañados psicológicamente, socialmente, emocionalmente y orgánicamente, cuyos crímenes graves han conmocionado a la sociedad", dijo a Reuters Arturo Herrera, director de la cárcel.
 
"Tocamos música de Mozart y les damos aromaterapia,       ergoterapia, musicoterapia y ludoterapia para relajarles para una evaluación", agregó el funcionario.
 
Aquellos sentenciados por algunos de los 300 asesinatos de mujeres en el área no podrán disfrutar el tratamiento, parte del cual consiste en llenar el aire de la prisión con aromas como sándalo, mientras los criminales más peligrosos son aislados en otro lugar.
 
Las cárceles mexicanas están entre las más saturadas y violentas del mundo. Apuñalamientos mortales y golpizas entre los internos son comunes. La cárcel de Ciudad Juárez fue construida en 1980 para albergar a un máximo de 1,600 prisioneros, pero actualmente unos 4,020 viven en sus celdas.
 
Herrera dijo que el grupo, que incluye a asesinos y violadores que purgan sentencias de 40 años, serán reincorporados al sistema carcelario corriente una vez que sean "adecuadamente evaluados".
 
"No queremos que pasen por la cárcel sin que sean atendidos adecuadamente y bajo una perspectiva humanista", dijo Herrera.