El gobierno chileno negó a la secta Moon la personalidad jurídica para constituirse como una asociación religiosa y así poder celebrar matrimonios en Chile, por considerar que es un peligro para la sociedad y el orden interno.

Según publicó ayer el diario chileno La Tercera, el Ministerio de Justicia rechazó en diciembre pasado la petición de los directivos de la secta para obtener “personalidad jurídica de derecho público”, ante lo cual presentaron un recurso de reclamación ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

La secta, según ha reconocido su abogado Juan Carlos Saavedra, busca no solo operar en Chile por medio de una fundación sin fines de lucro, lo cual le permitiría adquirir bienes y realizar inversiones sin mayores trabas, sino que también celebrar matrimonios religiosos.

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La nueva Ley de Matrimonio Civil, que instauró el divorcio en Chile tras 121 años de debates y fue promulgada en mayo pasado, otorga reconocimiento civil a los matrimonios religiosos oficiados por asociaciones que tengan personalidad jurídica.

La Corte de Apelaciones se encuentra evaluando el reclamo de la poderosa secta, que tiene fuerte presencia en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y ya solicitó informes a la policía civil y al gobierno sobre su presencia en el país.

El gobierno considera que la doctrina de la secta, contenida en el libro El Principio Divino, “vulnera la estabilidad política del sistema democrático que rige la nación e, inclusive, promueve que los tres órganos: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, se opongan y luchen entre sí, al carecer de armonía y de orden recíproco”.