Los centros de aromaterapia y los negocios que venden los aromas  se distribuyen en toda la ciudad.

En un pequeño cuarto rodeado de incienso, luces y música tenue, se prepara el escenario en donde las esencias de los aceites y perfumes deben hacer sus efectos motivadores y relajantes.

Así lo espera Martín Lucas, una de las seis personas que diariamente acuden a las sesiones de aromaterapia que se realizan en varios locales distribuidos en Guayaquil.

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La técnica forma parte de la cultura egipcia que se afianza con fuerza en la ciudad. En libros escritos sobre esta técnica se establece que en la antigüedad la usaban los faraones y Cleopatra.

Alrededor de ello existe todo un negocio que se expande en Guayaquil y genera movimiento. Isabel Laso, del local Garden Ángeles, ubicado en Riocentro Los Ceibos, sostiene que a la semana un promedio de 30 a 40 personas compran productos relacionados con las esencias y las fragancias.

Los usuarios, que varían entre mujeres y hombres, tienen fe que los aromas les proporcionan recuerdos agradables y constituyen una guía para mejorar los instintos.

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Los propietarios de establecimientos como Laboratorios Luque, Perfumería Victoria y Teos (situado en el Malecón 2000), no hablan de un boom, pero sí de una tendencia que se afianza en los guayaquileños.

La aromaterapia busca lograr  un efecto equilibrado de la parte   física, emocional y espiritual del ser humano.

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La técnica consiste en emplear  aceites  esenciales,  extraídos  de  la naturaleza (puros, orgánicos,  no sintéticos), en los  puntos  energéticos  del  organismo para  relajar los sentidos y mejorar la  calidad de vida.

La doctora Cecibel Mosquera, quien posee una maestría en Terapia Alternativa, realizada en Estados Unidos, sostiene que los aceites esenciales se  utilizan con excelentes resultados, no solo para tratar algunas enfermedades, sino que su uso se ha generalizado para ambientar y purificar espacios, para ungüentos, baños, compresas e inhalaciones. En aromaterapia, los aceites penetran por el sentido del olfato, la espalda, el plexo solar (región  abdominal), las plantas de  los pies y la columna vertebral, que son los puntos energéticos. “Las fragancias también constituyen un elemento ideal para la práctica del masaje y complementan mágicamente sus efectos”, indica la experta.

Ella atribuye el éxito de las terapias a los efectos que producen los aromas de las plantas, que, asegura, son capaces de liberar el estrés, mejorar el autocontrol, la  autoestima y la agilidad mental. Las terapias se las realizan cada quince días o una vez al mes.

Enrique Hidalgo, quien acude una vez por semana a estas sesiones, confiesa que luego de la terapia experimenta “una sensación agradable, un efecto tranquilizante que me mantiene en paz durante el día”.

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Aromas

Ámbar,un estimulante
Según la doctora Cecibel Mosquera el ámbar es una piedra fósil, es la base de los perfumes, que se lo utiliza como afrodisíaco, estimulante hormonal, reduce la arteriosclerosis y los cálculos.

Afirma que es un tónico que. proporciona iluminación.

Lo complementan las esencias de azahares, con efecto purificador. La experta señala que actúa como tranquilizante, que genera alegría y desestreza.

Incienso, efectos sedantes
Un estudio del Instituto de Terapias Alternativas de Miami, Florida, establece que el incienso actúa como sedante, refrescante, ayuda a evitar los problemas de piel, la bronquitis, el equilibrio y te proporciona entusiasmo.

El documento dice además que la fragancia de jazmín sirve para la purificación y es un antidepresivo y antiséptico. Es un potente inhibidor de olores desagradables, que mejora el ánimo.

Palosanto, sensación de paz
La aromaterapeuta Rossy González señala que el palosanto induce a la meditación, proyección y es ideal para reflexología y evita la artritis.

Sus efectos son parecidos a los que proporciona la manzanilla, que elimina la ansiedad, el insomnio, la tensión, los cólicos.

Es un analgésico que calma el dolor de cabeza, las fiebres,  alergias y quemaduras. El palo es utilizado desde la antigüedad para sahumar casas y iglesias.

Baños y velas
Los aceites se aplican  en todo el cuerpo, dicen las aromaterapeutas, para generar un efecto relajante.
Según las expertas pueden usarse en la tina, durante el baño diario y acompañados con masajes.]

Señalan que las velas deben ser ungidas con fragancias combinadas para energizar el ambiente y lograr un estado de tranquilidad. Las esencias deben guardarse en frascos oscuros, donde no les llegue la luz, para que no se dañen.