Según la Superintendencia de Compañías,  Cóndor y Unidas, las mayores del mercado, tienen ventas por más de $ 48,3 millones.

Las brochas están en constante movimiento en la céntrica avenida Quito. Decenas de pintores maquillan por estos días las fachadas de las edificaciones que se enfilan a lo largo de una de las principales vías de Guayaquil.

Los tonos celestes, amarillos y otros  usados en la regenerada zona del cerro Santa Ana comienzan a moldear las  superficies,  un ejercicio  similar que se repite en otros sectores  como el centro comercial San Marino que, a menos de un año de su apertura cambió, en las últimas semanas de mayo, su fachada por colores más intensos.

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El avance de la regeneración urbana, sumado a la reducción de lluvias en el Litoral  retoma  el movimiento del mercado de pinturas y los fabricantes de estos productos ajustan sus estrategias para llegar a  los consumidores con nuevos tonos en la línea arquitectónica y precios que en este negocio, según los productores, son los que marcan la diferencia.

¿Cuán importante es este mercado? Las ventas  que generan los tres principales fabricantes (Cóndor, Unidas y Pintec) suman más de 58 millones de dólares, según datos consolidados de la Superintendencia de Compañías. Desde el 2000 el sector ha experimentado un crecimiento y en esa perspectiva, el Litoral, especialmente, Guayaquil es un mercado importante y competitivo.

 Pero tiene su particularidad. “La gente elige las pinturas por el precio y por la marca, en ocasiones selecciona la tradicional porque le da más confianza”, dice Jéssica Andrade, administradora de un comercial de pinturas que se ubica en la calle Aguirre, donde se sitúan  negocios similares.

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Cóndor, Unidas y Pintuco apuntaron a diversificar sus servicios que van más allá de colocar el producto en las estanterías de los almacenes.

Cuentan con una estrategia de atención directa al cliente, en centros de exposición que están provistos de maquinarias para crear  colores alternativos, diferentes a los tonos de fábrica y que pueden salir de los gustos de los clientes.

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Carlos Falquez, gerente de la zona sur de Pinturas Cóndor, indicó que con Permalatex (producto popular) tuvieron un crecimiento en la costa, especialmente, con los colores que maneja la denominada regeneración urbana.

Y es que la oferta ha variado. Hay presentaciones de las conocidas pinturas de agua o de caucho que van desde los 3,5 a 5 dólares dependiendo de la marca, en las que se incluyen las artesanales. Las hay también en tonos que superan los 15 dólares cada galón.

Pinturas Unidas, el segundo fabricante con mayor volumen de ventas, tiene en la colección Supremo, una de sus fortalezas. Jannet Guadamud, funcionaria de marketing de Unidas, indicó que para julio preparan el primer lanzamiento del 2004, que será una versión fusionada de otras gamas.

 Las tendencias, según Guadamud, por lo general vienen del exterior, aunque explica que pese a los colores que impone la regeneración no se ha descartado la preferencia por los clásicos: tonos tierra, blancos, marfil, ostra y otros que no descartan los fabricantes de pinturas.
 

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