Argentina puso sobre la mesa una oferta definitiva para salir de la abultada moratoria de la deuda, pero le espera una dura etapa de negociaciones con los acreedores privados, que buscan el paraguas protector del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo de los Siete países más ricos del mundo.
Según el gobierno argentino, la nueva oferta mantiene la reducción del 75% del capital anunciada en septiembre pasado, pero le añade los intereses caídos desde la declaración de la moratoria a finales del 2001.
Una hipótesis del régimen consiste en que el volumen de la deuda aumentará de 81.000 a 104.000 millones de dólares si el 70% de acreedores acepta la iniciativa, en tanto que el total alcanzará unos 99.000 millones si la aceptación es menor a ese porcentaje.
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La deuda en bonos se recortará en unos 60.000 millones de dólares y se someterá a un canje por unos 44.000 millones de dólares, siempre y cuando haya ese nivel de aceptación, indicaron fuentes del régimen.