Lázaro es el nombre de la agrupación musical de la Universidad Católica de Guayaquil, integrada por estudiantes de diferentes facultades, la que se conformó desde el año pasado y toca covers de agrupaciones juveniles del momento.

Acordes de guitarra eléctrica combinados con  golpes fuertes de batería y las voces de fondo que entonan el tema Persiana americana de la agrupación argentina Soda Stereo, ya sabes: ¡Es difícil de creer!,/ Creo que nunca lo podré saber/  ¡Solo así!, yo te veré,/ a través,/  de mi persiana americana....

Los intérpretes son los chicos de la agrupación musical Lázaro, integrada por siete alumnos de diferentes carreras de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, quienes ensayan varias horas a la semana desde el año pasado (cuando se integraron), ya sea en el auditorio del Departamento de Difusión Cultural de la institución o en sus casas, como parte de su preparación musical.

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Arturo Rivadeneira, alumno de Administración; Mario Echeverría, Anita Vallejo y César Roldán, de Gestión Empresarial; Tony Calero, de Ingeniería en Telecomunicaciones; Miguel Cantos, de Medicina y David Orellana, de Derecho -de entre 18 y 22 años- son los miembros de este grupo, que se formó en julio del 2003 -entonces solo con alumnos de Gestión Empresarial- y que con el tiempo han incorporado entre sus miembros a chicos de otras facultades.

“La idea es que la banda una a las facultades, ya que es un solo grupo el que representa a toda la universidad, a través de la música”, dice Tony Calero, de 18 años y vocalista de la banda.

Ellos han tocado en diferentes festivales efectuados en colegios y universidades, como la unidad educativa Santiago Mayor, en Expoplaza, en fiestas internas de las facultades y en la Casa Abierta 2003 de la institución.

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De esta última presentación se acuerda César Roldán, de 20 años.  Comenta que ahí interpretaron temas en inglés y francés, lo que causó novedad en el público. “Como la carrera de Gestión Empresarial es trilingüe, quisimos hacer algo diferente en nuestro show y cantamos en otros idiomas y eso le gustó al público, porque era algo que no se esperaban”.

Hace unas semanas participaron en las instalaciones de la Municipalidad de Guayaquil en un acto sobre la creación del Plan Cantonal de la Juventud.

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La agrupación no contaba inicialmente con un nombre artístico. “Al principio la gente solo nos conocía como la banda de la Católica, pero hace poco decidimos ponerle Lázaro, que surgió de una broma mientras estudiábamos juntos. Entonces descubrimos que esta palabra resumía la identidad del grupo y de la universidad a la que representamos”, comenta Tony Calero, de 18 años, uno de los vocalistas del grupo.

Arturo Rivadeneira, de 21 años y guitarrista, recuerda que junto a sus amigos que gustan de la música asistieron a la convocatoria que hizo la universidad a mediados del año pasado, “para tener un grupo que la represente.

“A la audición fueron chicos de todas las facultades y luego de varias pruebas, quedamos seleccionados para conformar la banda. Lo bueno es que teníamos instrumentos propios y eso nos ayudó en los ensayos y en el acoplamiento musical”, comenta.

La agrupación se orienta por los géneros pop, rock ya que tocan covers de varios artistas y grupos  como Maná, Cristian Castro, Rata Blanca, Ricardo Arjona, Soda Stereo entre otros, porque, dicen,  son mejor acogidos por los jóvenes que asisten a sus presentaciones.

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Miguel Cantos, de 19 años y guitarrista, dice que la banda trabaja por vocación y porque desean llegar al público. “Siempre hemos tenido afición por la música y esta es una oportunidad que nos da la universidad para darla a conocer. Lo bueno es que ensayamos en nuestro tiempo libre o después de clases y hemos tenido suerte, ya que tenemos los equipos y contamos con el apoyo de nuestros compañeros”.

Según Marina Paolinelli, directora del Departamento de Difusión Cultural de la Universidad, lo que se quiere con el concierto es dar a conocer el talento musical de los chicos, quienes por iniciativa propia trabajan por sacar adelante a la banda de la universidad.

“La idea de que la universidad tenga una banda propia se retomó en el 2003, ya que solo hasta 1996 se hicieron audiciones. Por eso el año anterior, se convocó a los chicos a participar y la acogida fue buena”, expresa Paolinelli.

David Orellana, de 21 años, dice que otro de los objetivos de Lázaro es que a medida que los estudiantes se gradúen, los integrantes se renueven y el grupo siga tocando.

“El propósito es que los jóvenes se identifiquen con nuestra música y luego se animen a formar parte del grupo de la entidad. Uno se divierte en los ensayos y hace lo que le gusta”.

Mario Echeverría, de 20 años, quien es bajista del grupo, comenta que en los conciertos que realizan llevan sus propios instrumentos y alquilan los equipos de amplificación.

“La universidad nos ayuda con la promoción y difusión de afiches y volantes publicitarias y en algunos casos nos presta el local para hacer las presentaciones”, comenta Mario.