Gritos de aliento, a la distancia, para los tricolores nacionales que ayer vencieron a Bolivia en Quito.

Silvia Espinoza, la última hija de la familia Espinoza Pavón y hermana de Geovanni La Sombra, decidió quedarse en su casa, ubicada en el sector de Chalguayacu, a cinco minutos de El Juncal, para ver el juego Ecuador vs. Bolivia, por las eliminatorias sudamericanas hacia Alemania.

“Mis papis, Ángel y Elisa, y mis otros hermanos están en el estadio. Yo preferí quedarme en casa a ver por televisión. Aquí se ven los goles con repetición”, dijo emocionada la morena de quince años, con una sonrisa.

Solo sus primos Katty y Diego la acompañaron en su habitación, que es en donde está la pantalla chica de la familia.

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“Vamos Ecuador. Sí podemos”, era el grito general. Durante todo el partido hubo emociones. Cuando la selección nacional anotaba un gol, las paredes retumbaban. Pero cuando los bolivianos descontaron, todos bajaban los brazos y se enmudecían.

Los últimos minutos del encuentro fueron preocupantes y sufridos. Silvia pedía al árbitro que terminara el partido.

A la distancia le pedía a su hermano que no aflojara la marca y que aguantara las peligrosas arremetidas de los bolivianos José Castillo y Joaquín Botero. Cuando sonó el pitazo final, Silvia y sus primos salieron a la ventana de su casa a festejar el ajustado triunfo.

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En El Juncal, el ingreso al campo de juego de Édison Méndez causó sorpresa en la familia del volante ecuatoriano, que miraban el partido en el rincón del país de donde es originario el seleccionado.

A las 15h00 de ayer (una hora antes del juego), su hermana Pilar recibió la llamada de Édison, quien le indicó que él no estaría frente a Bolivia.

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La noticia provocó tristeza en sus hermanas y sobrinos. Todos esperaban la presencia de su “ídolo” en el campo de juego. A pesar del dato, el resultado 3-0 que hasta ese momento conseguía la selección (primeros 45 minutos), era suficiente para todos quienes daban su apoyo a la Tricolor.

Para la parte complementaria, vendría la sorpresa. Bolillo Gómez se decidió por el primer cambio e ingresó a Méndez por Cléber Chalá.

Apenas vieron en el televisor el cambio, se llenaron de emoción y corearon el grito de “Ecuador, Ecuador...” Los más felices eran sus sobrinos Steven, Joffre y Dennis, quienes encuentran en su tío un ejemplo de dedicación, sencillez y esfuerzo para salir adelante.

El desarrollo del partido fue intenso. Cánticos de aliento, como “Vamos Tin”, “Dale Salas”, “Pasa la bola Chalá”, eran las frases de aliento de la familia humilde, que tiene su vivienda en la entrada sur de El Juncal, de donde son Giovanny Ibarra, Espinoza, Méndez, Chalá y Agustín Delgado.

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Al finalizar el compromiso, las hermanas Pilar, Zonia y Carmen coincidieron en decir que “ganamos, pero Bolivia por poco nos complica”.